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2004-10-13 09:55:11 UTC
Una de las cosas que se pasan por alto al dejar de fumar, es que los noveles
exfumadores no tienen demasiadas opciones a la hora de re-organizar su vida
sin tabaco.
Mientras se fuma nuestro pequeño plan diario de felicidad se basa en
administrar tabaco ante cualquier situación, bien sea agradable o
dificultosa.
Cuando decidimos dejar de fumar -sin una preparación especifica-, una de las
muchas cosas que suceden es que se nos encontramos sin alternativas
efectivas para organizar nuestros estados de animo; hemos dejado de emplear
la mono-opción del tabaco y no hemos previsto alternativas ante el evento,
nos encontramos ante un desierto emocional ¿Y ahora qué? ¿Qué hacer? ¿Cómo
recuperar el equilibrio emocional?.
En estos momento es muy posible que optemos por la sustitución y optemos por
alternativas no menos peligrosas: comida, dulces, caramelos, incluso alcohol
u otros psicotropos como puedan los ser tranquilizantes, no menos adictivos
y peligrosos que lo que pretendemos dejar.
Salir de la nicotina puede ser muy peligroso o muy sencillo si se hace lo
adecuado y se establece una compensación precisa. Se trataría de que no se
sufrieran carencias que nos condujeran a otros problemas.
Lo más complicado del asunto es crear hábitos nuevos y alternativas
efectivas de felicidad y satisfacción, sobre todo si no se cuenta con la
preparación adecuada en el área concreta.
Si cuando se deja de fumar se cuenta con un amplio abanico de opciones para
establecer los estados de animo, sólo se tienen que elegir cual es la que
nos apetece o interesa en este momento.
Sin embargo la cultura reinante y las creencias de muchos fumadores suelen
ir orientadas a más de lo mismo: ¿Qué agrego a mi cuerpo que haga por mi lo
que yo no se hacer por mis medios?.
"Aprender a vivir en libertad cuesta en muchos casos una vida y a veces
cuesta la vida". Dejar de fumar no es otra cosa que aprender a gestionar los
estados de animo, sin nada más que nuestros propios recursos emocionales y
personales.
Mientras eso no se alcanza es muy probable que lo único que se esté
haciendo, sea cambiar de collar al mismo perro. Depender de lo que sea. La
asignatura pendiente no es otra que ser dueños efectivos de nuestra persona
y eso es algo que se consigue con toda la enorme variedad de opciones que
nos pone la vida ante nosotros, sólo hay que percibirlas. Gozar de ellas es
solo cuestión de agregar más variabilidad a nuestras actuaciones y dejar las
mono-opciones que implican depender de algo.
¿Qué tienes ante ti que aún no percibes como opción de libertad?
Lograr algo -como es la variabilidad- es cuestión de capacidad, y recuerda:
La capacidad no es algo que se hereda, es algo que se desarrolla.
exfumadores no tienen demasiadas opciones a la hora de re-organizar su vida
sin tabaco.
Mientras se fuma nuestro pequeño plan diario de felicidad se basa en
administrar tabaco ante cualquier situación, bien sea agradable o
dificultosa.
Cuando decidimos dejar de fumar -sin una preparación especifica-, una de las
muchas cosas que suceden es que se nos encontramos sin alternativas
efectivas para organizar nuestros estados de animo; hemos dejado de emplear
la mono-opción del tabaco y no hemos previsto alternativas ante el evento,
nos encontramos ante un desierto emocional ¿Y ahora qué? ¿Qué hacer? ¿Cómo
recuperar el equilibrio emocional?.
En estos momento es muy posible que optemos por la sustitución y optemos por
alternativas no menos peligrosas: comida, dulces, caramelos, incluso alcohol
u otros psicotropos como puedan los ser tranquilizantes, no menos adictivos
y peligrosos que lo que pretendemos dejar.
Salir de la nicotina puede ser muy peligroso o muy sencillo si se hace lo
adecuado y se establece una compensación precisa. Se trataría de que no se
sufrieran carencias que nos condujeran a otros problemas.
Lo más complicado del asunto es crear hábitos nuevos y alternativas
efectivas de felicidad y satisfacción, sobre todo si no se cuenta con la
preparación adecuada en el área concreta.
Si cuando se deja de fumar se cuenta con un amplio abanico de opciones para
establecer los estados de animo, sólo se tienen que elegir cual es la que
nos apetece o interesa en este momento.
Sin embargo la cultura reinante y las creencias de muchos fumadores suelen
ir orientadas a más de lo mismo: ¿Qué agrego a mi cuerpo que haga por mi lo
que yo no se hacer por mis medios?.
"Aprender a vivir en libertad cuesta en muchos casos una vida y a veces
cuesta la vida". Dejar de fumar no es otra cosa que aprender a gestionar los
estados de animo, sin nada más que nuestros propios recursos emocionales y
personales.
Mientras eso no se alcanza es muy probable que lo único que se esté
haciendo, sea cambiar de collar al mismo perro. Depender de lo que sea. La
asignatura pendiente no es otra que ser dueños efectivos de nuestra persona
y eso es algo que se consigue con toda la enorme variedad de opciones que
nos pone la vida ante nosotros, sólo hay que percibirlas. Gozar de ellas es
solo cuestión de agregar más variabilidad a nuestras actuaciones y dejar las
mono-opciones que implican depender de algo.
¿Qué tienes ante ti que aún no percibes como opción de libertad?
Lograr algo -como es la variabilidad- es cuestión de capacidad, y recuerda:
La capacidad no es algo que se hereda, es algo que se desarrolla.