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2004-11-11 21:14:32 UTC
Una critica puede ser algo realmente útil. Nos apercibe de eso que puede que
no estemos haciendo adecuadamente, al menos lo cuestiona y eso nos conduce a
una revisión que tal vez fructifique en perfeccionamiento y mejora.
Hay criticas que son como joyas, son criticas bien fundamentadas que se
apoyan en datos sólidos y que desde una determinada lógica, te aportan un
punto de observación valioso. Te cuestionan eso que haces y pueden hacer
aflorar nuevos valores o áreas aprovechables.
Pero no todas las criticas o apreciaciones son así.
Hay criticas que se basan en sospechas sin fundamentos reales.
Son juicios basados en convicciones, mitos, miedos o proyecciones sofistas.
Y como se sabe, lo malo de una convicción es que no necesita pruebas para
que subsista. Sencillamente se está convencido y punto. Un mito es una
narración no racional o imaginaria, una creencia, una fantasía que da una
explicación que no se corresponde con los sucesos. Un sofismo es un
argumento aparente y el miedo es una sensación que nos alerta o angustia
ante un peligro real o imaginario.
Un buen cóctel de desatinos .
¿Y qué aportan este tipo de juicios?
¿Qué pretenden? ¿Son conscientes?
¿Qué tiene de positivo o útil?
Criticar está bien, es algo valioso; siempre que lo que se obtenga de ello
sea algo utilizable, una aproximación a la claridad, en vez de destrucción
de lo que otros pretenden construir. Para criticar con éxito hay que conocer
y para conocer hay que abrir bien los ojos, o los sentidos.
Sembrar confusión y controversia a base de criticas sin fundamento es algo
sencillamente lamentable, porque no siempre caen en saco roto - no todo el
mundo está bien orientado y les despistan aún más- y en el mejor de los
casos sólo son perdidas innecesarias de energía para no conseguir nada útil.
En fin, que esto sea en mejora de esta comunidad y de cada uno de nosotros.
no estemos haciendo adecuadamente, al menos lo cuestiona y eso nos conduce a
una revisión que tal vez fructifique en perfeccionamiento y mejora.
Hay criticas que son como joyas, son criticas bien fundamentadas que se
apoyan en datos sólidos y que desde una determinada lógica, te aportan un
punto de observación valioso. Te cuestionan eso que haces y pueden hacer
aflorar nuevos valores o áreas aprovechables.
Pero no todas las criticas o apreciaciones son así.
Hay criticas que se basan en sospechas sin fundamentos reales.
Son juicios basados en convicciones, mitos, miedos o proyecciones sofistas.
Y como se sabe, lo malo de una convicción es que no necesita pruebas para
que subsista. Sencillamente se está convencido y punto. Un mito es una
narración no racional o imaginaria, una creencia, una fantasía que da una
explicación que no se corresponde con los sucesos. Un sofismo es un
argumento aparente y el miedo es una sensación que nos alerta o angustia
ante un peligro real o imaginario.
Un buen cóctel de desatinos .
¿Y qué aportan este tipo de juicios?
¿Qué pretenden? ¿Son conscientes?
¿Qué tiene de positivo o útil?
Criticar está bien, es algo valioso; siempre que lo que se obtenga de ello
sea algo utilizable, una aproximación a la claridad, en vez de destrucción
de lo que otros pretenden construir. Para criticar con éxito hay que conocer
y para conocer hay que abrir bien los ojos, o los sentidos.
Sembrar confusión y controversia a base de criticas sin fundamento es algo
sencillamente lamentable, porque no siempre caen en saco roto - no todo el
mundo está bien orientado y les despistan aún más- y en el mejor de los
casos sólo son perdidas innecesarias de energía para no conseguir nada útil.
En fin, que esto sea en mejora de esta comunidad y de cada uno de nosotros.